Ciertos sucesos han configurado una necesidad manifiesta. La necesidad de decontruir los límites de mi realidad para obtener un alcance mucho mayor a lo que es el mundo mismo.
El primer suceso que ha aparecido es “la ronda de la decontrucción”. Varios autores que pueden considerarse posmodernos o decontructivistas han rondado ultimamente, con un dejo de tentación, con el objeto de acercarme mucho más a su visión y masticar esa concepción transgresora, translímite y reconstructora de la realidad tal cual es. Varias personas de mi circulo de conocidos los consideran pensadores nefastos, ateos, relativistas, perniciosos, entre varios otros calificativos, pero normalmente esos tíldes llaman más aún mi atención que la precaución de caer en un “no-se-que-malévolo", que es tan indeterminado como la consistencia de los fundamentos consitucionalistas.
El segundo suceso, fue la visión de que mi vida se ha preocupado demasiado de no acercarse al lado “diabólico” (viendo ese lado diabólico con el dia-bolos, los dos significados), por miedo de tener ante mi un mundo desconcertante, destructivo y contradictorio que no lograría entender ni comprender. Pero el tarot mismo me mostró que esa visión alejada provocaba una negación de esa “realidad”. Se impide con ello la creatividad, la explosión de la sensualidad y de la dinamicidad del mundo en sí, que son pasos necesarios para alcanzar la divinidad, “objetivo-objeto” por lo menos que deseo alcanzar.
El tercer suceso, fue la lectura de algunos textos de Jodorowsky (psicomagia específicamente) en donde se muestra la riqueza de un país poético y las grandes posibilidades que muestra el vivir y realizar actos poéticos. Se entienden a los actos poéticos como la posibilidad de realizar acciones que vayan más allá de lo que es la realidad en sí misma, de lo establecido y estandarizado, creando un suceso mágico, el cual puede tener un peso simbólico muy grande y que puede ampliar perspectivas a lugares no considerados como “realidades”.
Todas estas razones me llaman a la decontrucción de mis concepciones, de mis límites de la realidad y con ello “ver mas allá”, lograr una cierta amnesis con la cual se observe la realidad tal cual es y por ende dejar el foco que establece el ideario común para pasar a una visión mucho más general que permita acercarme a la vida misma, a la realidad misma y no a el reducido concepto de realidad que ha imperado en los distintos mundos creados por las diversas culturas.
Espero que esto no quede como un simple deseo…
