martes, febrero 20, 2007

Vacaciones

Bueno, se acabó el viaje interminable por el sur de Chile. Fue una situación particular y dementísima, muchos lugares, muchas personas, mal dormir producto de lo bien que se pasaba y la realización de actividades novedosas con el objeto de recordar que aún queda mucho por experimentar en este mundo que a veces aparenta ser muy conocido.

La caída no se produjo, no hubo tiempo de ello de todas maneras, había que hacer mucho antes de pensar, de sufrir sobre lo mismo. Aprender y experimentar, leer, conversar, y darse cuenta de que muchas veces algunas cosas sólo son pequeñeces, que la vida junto con las cargas que uno lleva, aparte de ser un efecto de las cosas que uno mismo hace, son responsabilidad de cada uno... bueno, nada nuevo he dicho.

Lo que si se puede decir es que a pesar de las ganas de cambiar todo (sucesos del viaje y anteriores al viaje mismo) por algunos recuerdos indeseados ello no será necesario ni deseable, porque todo es requisito para algo, y los recuerdos indeseables fueron necesarios en su momento para sucesos positivos en este futuro-presente, ya que a pesar de no percibir cambios, estos si se produjeron, y fueron para mejor.